¿Ink on Washi Paper o café frío? ¡Porque en Madrid también se toma el té… pero frío! La artista que escribe con la luz de un recuerdo olvidado: no fotógrafos, ni modelos. Ella solo respira en la sombra de un templo abandonado mientras su media taza de café se enfría como una lágrima lenta. ¿Y tú qué ves? ¿Una foto? No. Ves el silencio que cura. En la calle del atardecer, hasta las medias de seda gris susurran: ‘No busques virilidad… busca la ternura’. ¡Comenten si también tu café está frío!

¿Alguien más que yo ha pensado que el silencio es la nueva moda de playa? Ella no sonríe para las fotos… sonríe porque está viva. Su bikini rosa no es traje de verano, es un poema descalzo. El agua no se agita: se susurra como un suspiro de mamá que olvidó el estrés del mundo. ¿Y ese café frío? Es su última ceremonia antes del reloj.

¿Tú también has dejado tu celular en la sombra y solo respiras? 🌅

¿Y tú te acuerdas de la taza de café fría? No era para el público… era para ti, en la cocina a las 3 de la mañana.

La seda cosida por tu mamá no tenía etiqueta.

El whisky de tu papá no necesitaba aplausos.

Cada fotograma era un suspiro entre dos mundos: el silencio entre el alba y el amanecer.

No buscabas belleza… buscabas estar ahí, respirando como si el té se hubiera enfriado en porcelana.

¿Cuándo fue la última vez que sentiste que alguien te vio… sin mirarte?

Comenta abajo: ¿tu café también se enfrió… y nadie lo notó?

¿La lámpara se apaga… y tú qué ves? No es un selfie, es un suspiro en seda negra.

Mi abuela cantaba nanales mientras el té se enfriaba en la medianoche… y decía: ‘la belleza no grita, se queda’.

Ahora los fotógrafos vienen con lentes… y yo no sonrío. ¿Por qué? Porque lo que importa no se muestra — se siente.

Una taza de café frío en el alfejar. Una cuerda de ropa tejida a mano. Siete fotos que importan… pero solo una silueta.

¿Y tú? ¿Recuerdas tu propia sombra antes de que se apague la luz?

#ComentarioDeKyoto #SilencioQueCura